La pensionista Lyudmila Pitel se dejó llevar por arte inusual hace dos años. Sucedió casi por accidente. La mujer estaba pensando en cómo cerrar las tuberías antiestéticas, con las que se colocó el dosel en la casa, y decidió usar las tapas de las botellas de plástico.
La idea creativa de la anfitriona fue apreciada también por amigos que especialmente para ella comenzaron a coleccionar tapas entre todos los amigos. Por lo tanto, fue posible acumular material para la creatividad casi a escala industrial. Ahora, en una caja especial , todas las tapas están cuidadosamente ordenadas por tamaño y colores, junto a ellas hay clavos y un martillo.
La jubilada Olga Kostina posa cerca de un mosaico hecho con tapas de botellas plásticas que decora la fachada de una casa en su finca de Kamarchaga, en la zona de Siberia 80 km al sureste de Krasnoyarsk, el 10 de septiembre de 2012. Usó más de 30.000 tapas de colores para decorar su casa
Con su creatividad, Kostina además de reciclar las tapas, logró personalizar su casa y mejorar su estética. Los murales se aprecian mejor viendo los mosaicos desde cierta distancia. Las tapas fueron clavadas y la autora no descarta la posibilidad de repetir su experiencia en otras construcciones de la finca.
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